Contamos con una cartera de proyectos de desarrollo clínico diversificada y equilibrada que abarca múltiples áreas terapéuticas, incluyendo trastornos del sistema nervioso central, cardiovasculares e inmunológicos, así como enfermedades huérfanas.
Esta cartera de proyectos comprende más de 10 moléculas, la mitad de las cuales se encuentran en las últimas fases de desarrollo. Crear una molécula innovadora para convertirla en una futura terapia es una tarea compleja que, inevitablemente, implica un elemento de riesgo. Gracias a nuestro enfoque científico basado en los datos, que ayuda a minimizar el riesgo en cada etapa, nos hemos podido marcar como meta lanzar al mercado al menos tres productos a corto plazo.